Trastornos del sueño en los adultos mayores

Hay quienes sienten que la hora dormir no tiene principio ni final, quienes se levantan cada quince minutos a ver el reloj y dar vuelta a la cama intentando conciliar el sueño, quienes deben tomar medicación porque de lo contrario no podrían cerrar sus ojos, y así, personas que sufren, noche tras noche, las consecuencias del desvelo. ¿Por qué sucede esto? ¿De qué forma podríamos combatir el insomnio? El trastorno del sueño en el adulto mayor es mucho más común de lo que imaginas ¡Sigue leyendo este artículo y entérate de más!

¿Por qué se producen los trastornos del sueño?

Todos hemos tenido, por lo menos una vez en la vida, una mala noche y sabemos lo incómodo que puede resultar y lo mucho que puede afectar nuestro día a día. ¿Razones para tenerlas? ¡Todas las que te pongan a pensar más de la cuenta! Problemas económicos, en el trabajo, con la familia, son motivos suficientes para que no puedas tener un descanso placentero. 

No todos los casos se relacionan con estrés y ansiedad, pues pequeñas acciones o comportamientos también pueden comprometer nuestra higiene del sueño. Aquí te contamos por qué otras razones pueden producirse trastornos del sueño en el adulto mayor:

• Consumo excesivo de cafeína en el caso de quienes toman bebidas energizantes o son incapaces de decir “no” a un tinto. 

• Fármacos que pueden alterar la calidad del sueño como antidepresivos, antipsicóticos o antihistamínicos. 

• Mujeres que estén transitando por la menopausia. Pues bien, durante esta etapa el nivel de estrógenos disminuye, lo cual puede causar un aumento de los famosos “sofocos” durante la noche. 

• Siestas en horas no adecuadas. Muchos tenemos la costumbre de tomar un descanso después del almuerzo o en horas de la tarde, incluso muchas veces, inconscientemente, terminamos dormidos frente al TV o cuando nos recostamos sobre un mueble. ¡Ten cuidado! Esto también podría derivar problemas del sueño durante la noche.

• Si no te alimentas bien, tu sueño también se verá afectado. Evita los altos índices de azúcares o la comida procesada, bebidas alcohólicas, también alimentos picantes o ácidos que podrían generar problemas gastrointestinales. 

¿Cuántas horas debe dormir un adulto mayor?

Mantener un equilibrio y aprender a manejar correctamente nuestro horario es fundamental para gozar de una mejor calidad de vida. Si bien, un bebé puede llegar a requerir 18 horas de sueño al día, un adulto mayor suele dormir en promedio 6 horas durante la noche debido a que suele despertarse en intervalos. 

Los médicos recomiendan que los adultos mayores de 65 años duerman entre 7 u 8 horas durante la noche. Y de esta forma, no necesiten recuperar tiempos de sueño en el transcurso del día. 

Cómo se manifiestan los trastornos del sueño en los adultos

Estos problemas que para nosotros pueden parecer más “comunes”, en el adulto mayor es importante prestarles más atención para evitar cualquier otra patología que sea la causa, o incluso, la consecuencia misma. Te contamos cuáles son algunos de los trastornos del sueño en el adulto mayor más conocidos. 

Insomnio

Cerca del 40% de los mayores de 60 años tienden a sufrir insomnio. A partir de esta edad el sueño es mucho más ligero, por lo que se hace frecuente que tengan despertares en medio de la noche, que madruguen más de lo normal o que se levanten varias veces para ir al baño. Puede estar relacionado con enfermedades médicas, mentales y reacciones a algunos fármacos. 

Apnea del sueño

Si eres de aquellas personas que roncan demasiado fuerte, sienten que la respiración se detiene mientras duermen o se despiertan con la boca muy seca ¡Presta atención! Quizá puedas tener apnea del sueño. Esta patología es más propensa en adultos mayores, especialmente, en hombres y puede desencadenar otros problemas de salud como fatiga, hipertensión o problemas cardíacos. 

Piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas (RLS) es una necesidad frecuente e irresistible de mover las piernas. Corresponde a una patología nerviosa que se hace más intensa en horas de la noche; generalmente, aparece cuando la persona está sentada o recostada. No es dolorosa, pero sí viene acompañada de sensaciones incómodas que pueden interferir en el sueño del adulto mayor.

Cambios en el reloj biológico

Otro de los trastornos del sueño en el adulto mayor corresponde a los cambios en el reloj biológico. Dormir más tarde de lo habitual, permanecer frente a una pantalla, la falta de luz en la habitación, pueden ser razones para que haya un desajuste horario. 

Consecuencias de no dormir bien

Dormir es tan necesario como comer, hidratarse y ejercitarse. Es normal que cuando no descansamos el tiempo adecuado, no rendimos anímicamente con las actividades del día, y cuando no cumplimos con nuestras rutinas de la forma en la que esperamos hacerlo, dormir también se convierte en todo un reto. Por ende, aparte de no ser lo suficientemente productivos, también comenzarán a aparecer otros por problemas relacionados con la falta de energía, memoria y concentración.

Por otro lado, los trastornos del sueño en el adulto mayor pueden provocar desde un aumento excesivo de peso, hasta enfermedades del corazón. Igualmente, es posible que, al no dormir, las defensas disminuyan y tengamos más probabilidades de contraer virus o bacterias. 

Recomendaciones para una buena higiene de sueño

• La alimentación es clave para tener un buen descanso. Un consumo equilibrado de hidratos de carbono, vitamina D, magnesio y omega 3, puede ayudarte a pasar mejores noches. También, aumenta el consumo de triptófano, componente que produce melatonina, la cual ayuda a regular los ciclos de sueño. 

• Intenta acostarte y levantarte todos los días a la misma hora. 

• Evita las pantallas. Estas luces pueden provocar un descenso en los niveles de melatonina, lo cual provocaría más dificultad para dormir. Desconéctate de cualquier dispositivo electrónico, mínimo una hora antes de tu descanso.

• Haz algo que te relaje antes de ir a dormir. Puedes intentar leyendo un poco, tomar un buen baño o meditar.

Otra de nuestras recomendaciones es evitar, en la medida de lo posible, el consumo de pastillas para conciliar el sueño. Sin embargo, si consideras que son imprescindibles en tu caso, tómalas bajo prescripción médica.