Al estar inmersos en las responsabilidades que trae consigo la cotidianidad, es posible que se descuiden aspectos importantes que trabajan en pro de nuestro bienestar y aún más, del de nuestros familiares. Por tanto, puede que las actitudes se vuelvan paisaje y no nos percatemos cuando la salud mental se está deteriorando.
¿Qué es la salud mental?
La salud mental es algo más que la ausencia de trastornos mentales, es parte integral de la salud del ser humano; tanto es así que no hay salud sin ella. Está determinada por múltiples factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales.
La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus actividades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.
Como determinantes de la salud mental tenemos:
Las presiones socioeconómicas persistentes que constituyen un riesgo bien conocido para las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo nivel educativo.
Los cambios sociales rápidos.
Las condiciones de trabajo estresantes.
La discriminación de género.
La exclusión social.
Los modos de vida poco saludables.
Los riesgos de violencia.
La mala salud física.
Las violaciones de los derechos humanos.
Factores de la personalidad y psicológicos específicos hacen que una persona sea más vulnerable.
Y por último, estos trastornos mentales también tienen causas de carácter biológico, dependientes, por ejemplo, de factores genéticos o de desequilibrios bioquímicos cerebrales.
En TENA sabemos cuán importante es cuidar y tomar a tiempo medidas de prevención de la salud mental, y también lo fundamental de contar con una red de apoyo, por eso te compartimos algunas señales de alerta para ayudar a un familiar si ésta situación se llega a presentar.
Signos de alerta con la salud mental
No vuelve a acudir a ningún evento de la familia ni acepta visitas, lo único que desea siempre es estar solo en casa.
Presenta muchos pensamientos negativos, por ejemplo: ¡Nunca he logrado nada en mi vida!, ¡Nada me sale bien!, ¡Qué pereza este día!
Nada lo sorprende como antes. Ni una salida, ni una comida, ni un detalle.
Va perdiendo su autoestima. No se siente bien con su físico, no se considera importante, cree que nadie lo quiere; ni siquiera sus familiares o personas cercanas.
Tiene desesperanza y un constante desánimo, ya que no se siente motivado para trabajar, ahorrar, leer o aprender algo nuevo.
Se mantiene muy cansado y solo desea estar durmiendo.
Su personalidad se torna retraída y en muchas ocasiones su mirada está perdida.
Conserva una tristeza profunda todos los días y llora fácilmente.
Comienza a pasar las noches en vela. En algunos casos, se puede presentar por pensar en los problemas económicos y personales.
Deja de arreglarse porque le interesa poco su aspecto físico y descuida su aseo personal.
¿Cómo prevenir el deterioro de la salud mental?
La promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que la propicien y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Entre ellas hay una serie de acciones para aumentar las posibilidades de que más personas tengan una mejor salud mental.
Hay muchos mitos que giran alrededor de este tema, por ejemplo, que no se puede hacer nada por alguien que atraviese estos problemas, y en realidad los seres queridos y amigos marcan la diferencia. También se dice que no hay esperanza para estas personas, y ¡Sí la hay! De hecho, pueden mejorar hasta recuperarse.
No hay una fórmula exacta para prevenir el deterioro de la salud mental, pero sí hay caminos que pueden ser de gran utilidad:
Buscar un espacio para conversar, con el fin de expresar la preocupación y hacerle ver el apoyo que tiene.
Después de su consentimiento y la aceptación para hallar soluciones, investigar con un profesional para que lo guíe mediante terapia.
En esta etapa es importante rodearse de personas sanas con una gran perspectiva de la vida, así que es bueno mantener una actitud positiva.
Buscar actividades que hagan sentir útil al familiar y agradecerle.
Ayudarle a concentrarse en los hobbies que siempre ha disfrutado.
¡En este proceso es muy importante tener paciencia e ir a su ritmo!
Adicionalmente, se deben tener en cuenta los siguientes hábitos para prevenir los trastornos psicológicos:
No consumir drogas.
Dormir bien
Hacer ejercicio moderado
Organizar el tiempo
Cuidar de la vida social
Mantener la mente activa
Acudir al profesional cuando haga falta
Alimentarse sanamente
Disfrutar tiempo al aire libre
Nunca compararse con los demás
Consulta con un experto en salud mental ante cualquier duda
Si bien cada caso es diferente, hay herramientas que nos pueden ser de gran utilidad para ayudar(te) a tiempo, por eso esperamos que esta información te haya servido mucho. Además, te recomendamos visitar un experto, para que resuelva todas tus inquietudes sobre la salud mental.
Recuerda que puedes encontrar más contenidos relacionados con el tema de salud en nuestro sitio web.
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