La maternidad, además de ser una de las etapas más bonitas de tu vida, también será una de las más retadoras, porque tanto tu cuerpo como tu mente atravesarán muchos cambios que te harán cuestionarte una que otra vez si todo anda en orden; dentro de esos cambios puede ser que experimentes insomnio en el embarazo, que aunque no es un tema para preocuparse, ¡debes prestarle atención!
¿Por qué el embarazo afecta la calidad y la cantidad del sueño?
¡Cambios y más cambios! El insomnio en el embarazo es más común de lo que crees, porque no solo el crecimiento de tu barriguita y todos los cambios físicos influyen, sino que también la ansiedad por la llegada de tu bebé se empieza a sentir y tus hormonas están creando todo un nuevo universo.
Causas del insomnio en el embarazo
Todas las mujeres somos muy diferentes, por eso las causas del insomnio en el embarazo pueden variar de una a otra, lo que sin duda sí influirá serán los cambios hormonales. El aumento en los niveles de progesterona y estrógenos afectan directamente el sueño REM, impidiendo que se logre un descanso reparador.
Otros motivos que pueden estar afectando tu sueño son:
Ansiedad materna por la llegada del bebé.
Movimientos fetales fuertes.
Calambres musculares.
Vejiga presionada por el útero, lo que causa mayor frecuencia en la orina durante la noche, también conocida como “nicturia”.
¡Mejora el sueño sin tomar medicamentos!
Sabemos que esta es una época de mucho cuidado en la que debes prevenir el consumo de alimentos o medicamentos que puedan hacerle daño a tu bebé, por eso, ¡aquí te dejamos algunas opciones que te ayudarán a conciliar el sueño y que no tienen nada que ver con los fármacos!:
La higiene del sueño es esencial: Irse a la cama y levantarse en horarios regulares ayudará a que tu cuerpo se adapte y concilie el sueño más fácilmente. Además, recuerda alejarte de las pantallas como el celular o el televisor al menos media hora antes de dormirte; la luz azul que estos emiten activa tu cerebro e interfiere en el descanso.
Evita las siestas largas: Dormir en las tardes puede ser una gran estrategia para recuperar energía durante el día, pero cuando llega la noche te puede jugar en contra, así que cuando tomes una siesta, procura que no sea de más de media hora.
Haz actividad física: El deporte es esencial para que tu cuerpo descanse correctamente y se recupere, pero, ¡evita hacerlo antes de acostarte! Porque tu cuerpo quedará activo.
Usa tu habitación solo para dormir: Evita realizar otras actividades en tu cuarto como trabajar, ejercitarte, comer o demás, para que tu cerebro comprenda que, al llegar a él y acostarte en la cama, es porque ya es hora de dormir.
No te quedes en la cama por más de 30 minutos sin conciliar el sueño: Pasado este tiempo tu cuerpo comenzará a fatigarse y tu mente a estresarse; lo ideal es que, si llevas mucho tiempo acostada y no has logrado dormir, te levantes, leas un rato, hagas alguna actividad relajante como meditar y después vuelvas a la cama.
Crea una rutina del sueño: Esta predispondrá a tu cuerpo para que cada que la realices, sepa que es hora de ir a la cama; puedes intentar dándote un baño de agua caliente y bebiendo un té.
Come liviano en las noches: Los alimentos pesados en la noche interfieren directamente con la calidad del sueño y, el horario de las comidas también es esencial; procura comer al menos una hora antes de irte a dormir.
Limita el consumo de bebidas energizantes como la cafeína o tés verdes: Estas activarán tu cuerpo.
No bebas mucho líquido al menos 3 horas antes de acostarte: Si te levantas muchas veces al baño durante la noche, te recomendamos limitar el consumo de líquidos para que no tengas que interrumpir demasiado el sueño.
Realiza ejercicios de Kegel: Estos ejercicios te ayudarán a fortalecer el suelo pélvico, buscando que disminuyas la presión sobre tu vejiga.
¡Melatonina para un sueño reparador!
Seguro has escuchado hablar de ella: La melatonina es la hormona encargada de regular los procesos biológicos como la vigilia y el sueño, por lo que, muchas veces se considera que al tener los horarios del sueño alterados, puede ayudarte, pero, ¡ten cuidado! Nunca tomes ningún medicamento ni suplemento sin antes consultarlo con tu médico, porque él será quien te apruebe su consumo al analizar si es apropiada para ti o tu bebé, o no.
Otros afecciones del sueño durante el embarazo
Sabemos que hay todo un universo surgiendo dentro de ti, por eso puede ser que tus órganos internos se presionen un poco, lo que te puede provocar más frecuencia al ir al baño, acidez gástrica o dificultad para respirar; aunque estos síntomas son comunes, ¡no debes normalizarlos! Así que aquí te proponemos algunas soluciones para que no interfieran en tu sueño:
Evita dormir boca arriba: Lo más recomendable es que duermas hacia el lado izquierdo para favorecer el flujo de sangre.
Apóyate de las almohadas: La fatiga muscular puede disminuir si pones una almohada entre tus piernas o en tu espalda baja, para generar mayor soporte.
Para evitar la acidez: Bebe poca cantidad de líquido en las comidas principales. Lo más conveniente es que lo consumas al menos media hora después de ellas y salgas a dar un paseo después de cenar para que el cuerpo digiera mejor la comida y no tenga acidez ni pesadez durante la noche.
Menos idas al baño: Además de disminuir el consumo de líquidos en la noche, también es conveniente que uses productos que te ayuden a sentir segura, como nuestra línea TENA Discreet, que evita que las filtraciones de orina pasen a tu ropa y te protege del flujo abundante que se puede presentar en esta etapa, ¡elige las toallas adecuadas para ti!
Desde TENA Discreet te acompañamos en tus mejores momentos y queremos brindarte el bienestar necesario para que vivas cada etapa de tu vida con cariño, llena de salud y creando los mejores recuerdos que llegarán a la posteridad.
Fuentes
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000559.htm
Dirigido a:
MUJERES
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