Cerca de 400 millones de personas en todo el mundo han experimentado la incontinencia urinaria, al menos, una vez en sus vidas. Sin embargo, al día de hoy muchos de los afectados temen visitar a su médico o, incluso, se avergüenzan de hacerlo. Hablar de incontinencia es el primer paso para encontrar alternativas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Así que, comenzamos con este artículo donde conversaremos alrededor de la vejiga de esfuerzo, un tipo de incontinencia más común de lo que pensamos.
¿Qué es la incontinencia de esfuerzo?
Lo primero que tienes que saber es que la incontinencia no es una afección que llegue con el envejecimiento, pues sus causas suelen ser muy relativas y acoger a tanto a hombres como mujeres de todas las edades.
La incontinencia de esfuerzo es una de las afecciones más comunes que ocurre cuando realizamos algunas actividades que ejercen presión sobre nuestra vejiga, por ejemplo; realizar deporte, estornudar, reír o toser puede ocasionar pequeños escapes en quienes padecen este tipo de incontinencia. En casos más severos, el sólo hecho de estar de pie, caminar, agacharse o empujar algún objeto, también pueden resultar en pérdidas involuntarias de orina.
La razón por la que suceden estos escapes de orina es porque el tejido que sostiene la vejiga y la uretra no funciona adecuadamente debido al debilitamiento de los ligamentos y músculos del piso pélvico.
Síntomas de la incontinencia de esfuerzo
Mantente alerto a estos síntomas:
Fugas de orina al toser, reír o estornudar
Pérdida de orina durante la actividad física
Escapes de orina durante las relaciones sexuales
Necesidad inmediata de ir al baño a orinar
Sensación incómoda o ardor durante la micción
Aumento en la frecuencia de visitas al baño
Mojar la cama
Despertarse varias veces en la noche para orinar
Sabemos que los primeros síntomas pueden asustarte más de la cuenta, pero, sea cual sea el momento en el que experimentes estas señales en tu cuerpo, deberás conversar con tu médico de confianza. Recuerda que entre más rápido se tenga un diagnóstico, tendrás más posibilidades de tratar la incontinencia y, aunque tome tiempo, ¡podrás retomar tus actividades habituales!
¿Por qué se le llama vejiga de esfuerzo?
Como te comentábamos líneas más arriba, cuando hablamos de incontinencia urinaria de esfuerzo es porque esta condición se caracteriza por la pérdida repentina de orina durante actividades puntuales que ejercen presión sobre la vejiga. Siendo así, el término “vejiga de esfuerzo” hace referencia a los esfuerzos físicos que superan el funcionamiento habitual de nuestro sistema urinario.
Causas de la incontinencia de esfuerzo
Ya te habíamos comentado en alguno de nuestros artículos el porqué las mujeres son más propensas a la incontinencia, y la vejiga de esfuerzo es la condición más prevalente en esta población. Esto se debe, principalmente, a que muchos factores anatómicos y fisiológicos de la naturaleza como mujeres, están ligados con cambios en nuestra estructura pélvica, y por ende, con las fugas de orina.
Así que, si hablamos de las causas más comunes de la incontinencia de esfuerzo, en este caso destacaremos las siguientes:
Trabajo de parto natural y/o embarazo, los cuales suelen debilitar los músculos y ligamentos pélvicos.
Las alteraciones hormonales durante la menopausia, en especial la disminución en los niveles de estrógenos, también suelen generar debilitamiento y otros cambios en la musculatura pélvica y los tejidos vaginales.
Algunas cirugías del aparato reproductor, como la extirpación del útero (histerectomía) o cirugía de prolapso, pueden afectar el funcionamiento y la retención de orina en el caso de las mujeres, y provocar vejiga de esfuerzo.
La tos crónica, ¡sí! así como escuchaste, también puede estar relacionada con este tipo de incontinencia. Pues al ejercer frecuentemente presión sobre la zona, eventualmente, se podría generar un daño en los músculos y tejidos que sostienen la vejiga y la uretra. Ten en cuenta que enfermedades como la bronquitis crónica o el tabaquismo podrían, con probabilidad, originar incontinencia.
Factores que empeoran la incontinencia urinaria de esfuerzo
En caso de que experimentes incontinencia urinaria de esfuerzo, debes saber que existen algunos factores que pueden complicar aún más la situación, entre ellos:
Enfermedades respiratorias que generen tos crónica o estornudos frecuentes
Tener sobrepeso u obesidad
El hábito de fumar
Practicar actividades o deportes de alto impacto, por ejemplo; atletismo, crossfit o tenis
Factores de riesgo de la incontinencia de esfuerzo
Saber cómo cuidar la salud del suelo pélvico, así como conocer de fondo los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de incontinencia urinaria de esfuerzo, es clave para el manejo oportuno de esta condición. Así que, te contamos algunos de ellos:
Antecedentes familiares: Aunque ocurre con mayores probabilidades en los casos de incontinencia urinaria de urgencia, si en tu historial familiar hay alguien con vejiga de esfuerzo, también puedes tener esta predisposición genética.
Menopausia: Como te dijimos anteriormente, las alteraciones hormonales que, en muchos casos, vienen ligadas a esta etapa natural de las mujeres, podrían aumentar el riesgo de desarrollar incontinencia.
Consumo frecuente de ciertas bebidas y comidas: Especialmente, el exceso de cafeína, alcohol y alimentos picantes, los cuales pueden causar irritación en la vejiga.
Enfermedades crónicas: Por ejemplo, la diabetes, el estreñimiento, o incluso algunas enfermedades neurológicas también pueden contribuir en el desarrollo de la incontinencia urinaria de esfuerzo.
Parto natural: Las mujeres que han tenido o que tendrán un parto natural, tendrán mayor riesgo de desarrollar este tipo de incontinencia, en comparación de quienes den a luz por medio de cesárea.
Sexo y edad: Estos factores biológicos también significan una probabilidad mayor de experimentar vejiga de esfuerzo. Ya sabemos que con el paso del tiempo, los músculos del suelo pélvico se van debilitando y podrían generar esta condición. Además, las mujeres son más propensas a experimentar escapes de orina.
Realizarte chequeos médicos periódicos y practicar ejercicios de Kegel para fortalecer el piso pélvico, ¡puede hacer la diferencia!
¿Cuándo debe una persona acudir a consulta con un profesional del cuidado de la salud?
¡Memorízalo muy bien! Siempre y cuando cuentes con alguno de estos factores de riesgo mencionados, es importante que visites a tu médico periódicamente para conocer el estado de tus órganos pélvicos, y asimismo, tener la oportunidad y/o el privilegio de evitar los síntomas relacionados con la vejiga de esfuerzo. Sin embargo, no olvides que desde TENA contamos con diversas líneas de productos que pueden ajustarse a tu incontinencia, sea leve, moderada o severa, para que ninguno de estos síntomas se convierta en una excusa de no vivir cada etapa de tu vida al máximo.
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