Si sientes que hay algunas partes de tu rutina diaria que te gustaría mejorar, pero aún no sabes cómo ni por dónde empezar, ¡llegaste al lugar correcto! Hay muchos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de querer cambiar tus rutinas y ver cómo poco a poco tu bienestar y salud se vuelven lo más importante en tu vida.
A cualquier edad nos podemos cuidar
Cada edad y etapa de nuestra vida representa la sumatoria de aprendizajes que nos convierten en las personas que hoy somos. Sin embargo, hay quienes para nada aplican el popular refrán de "que el vino es mejor con los años" y creen que avanzar en edad trae ciertas barreras, en lugar de verlo como la oportunidad perfecta para actuar según nuestros conocimientos. Es por esto que se hace vital recordar que la calidad de vida que tienes ahora es el reflejo de los pequeños actos que realizas día a día y sí, ¡aún estás a tiempo!
Es un mito eso de que lo que no se hace en la juventud, en la adultez ya no se podrá; por el contrario, aventúrate a mejorar tus hábitos y cuidarte para ver cómo esas pequeñas molestias que creías ya adheridas a ti, mejoran mucho más rápido de lo que crees.
Algunos beneficios de mejorar tu estilo de vida
Sin duda los primeros cambios que esperas evidenciar serán físicos, y te aseguramos que los notarás, incluso en menos tiempo del que crees, pero inicialmente notarás una gran mejoría en tu estado de ánimo.
Cuando te propones una meta y eres capaz de cumplirla, tu mente y cuerpo sienten una satisfacción y sensación de realización que es muy positiva y se ve reflejada en cada una de las relaciones que tienes con los otros y tu manera de ver el mundo.
Hay metas que pueden parecer más pequeñas, como levantarte temprano, agradecer en las mañanas, comunicarte con quienes quieres; pero que sin duda tienen un reflejo casi inmediato en la mejoría del resto de tu día.
Cambios en la alimentación
Siempre que hablamos de mejorar hábitos y cuidarnos un poco más, incluímos el tema de la alimentación, que sin duda es esencial; el problema empieza cuando quieres realizar todos los cambios de un momento a otro y te planteas metas que pueden ser complejas de alcanzar. Esto lo único que traerá será una desmotivación en el proceso por falta de resultados.
Debes ir haciendo cambios de manera paulatina, tu cuerpo y mente te irán mostrando qué te funciona y qué no.
Puedes empezar por tomar agua y comer más frutas y vegetales. No quieras eliminar grupos alimenticios de golpe porque esto te generará ansiedad y probablemente desistas. Sí puedes disminuir el consumo de ciertos alimentos que ya vienes notando que no te hacen tanto bien, pero ve poco a poco para que sea un cambio duradero y que te cause tranquilidad.
Es muy importante tener en cuenta que la guía de un profesional de la salud dará mejores resultados y te evitará futuros malestares.
El descanso es muy necesario
No por querer mantenerte más activo o adquirir nuevos hábitos significa que debas descansar menos. Está comprobado que el descanso es esencial para el funcionamiento y rendimiento del resto de tus actividades diarias.
Tanto tus músculos como tu mente, necesitan recuperarse.
Descansar no es solo dormir, aunque sí hace parte de ello. El descanso también incluye momentos de desconexión de aparatos electrónicos, dejar que tu mente se despeje sin prender la televisión, sentarte a meditar un rato y disfrutar los momentos de silencio.
Actívate y haz ejercicio
El movimiento es esencial para que tu cuerpo esté saludable y enérgico. No veas el ejercicio como una meta difícil de alcanzar en la que te tienes que mover demasiado en un día; por el contrario, trázate una disciplina diaria que te resulte fácil cumplir y que disfrutes: Una caminata, estiramientos en casa, movilidad articular en un mismo puesto… La idea es que logres mantenerte activo, no que corras una maratón. Aquí te dejamos algunos tips con los que puedes empezar.
Anímate a meditar
El autocuidado no solo incluye la salud física; la salud mental es un componente importantísimo del bienestar y hay muchas maneras de cuidarla y cultivarla.
La meditación es uno de los elementos más cercanos y con mayores resultados para encontrar espacios de paz mental. Igual que con el movimiento físico, no busques hacerlo a lo grande ni perfecto desde el inicio, porque eso solo te generará frustración; más bien inicia con momentos cortos de silencio y control de la respiración, busca meditaciones guiadas en Youtube y escribe en un cuaderno todas las cosas que están pasando en tu vida que te hacen sentir bien y agradecido.
Ejercita tu cerebro
Siempre es un buen momento para aprender cosas nuevas y plantearnos retos que nos motiven.
Puedes ejercitar tu cerebro por medio de la lectura, haciendo sudokus o crucigramas que vienen en los periódicos, e incluso resolviendo retos de memoria u operaciones matemáticas que te encuentras cuando navegas en la red.
¿Cómo mantener los cambios en el estilo de vida?
Si lo que buscas es lograr mantenerte en estos pequeños hábitos que estás empezando a poner en práctica, entonces no seas tan autoexigente, comienza por cosas pequeñas que disfrutes y te sean fáciles de realizar.
Cuando abarcas grandes metas de un solo golpe, puede ser más fácil que te frustres y desistas.
Así que si ya empezaste o estás pensando en hacerlo, con cariño y compasión ve poco a poco implementando todo aquello que te haga sentir bien. En TENA estamos para acompañar todos tus procesos con los productos que mejor se adapten a tu rutina. Conócelos aquí.
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