Como mujeres, muchas veces, no imaginamos lo poderosas que podemos llegar a ser en nuestro camino hacia la sexualidad. Un mundo de exploración y disfrute, pero también rodeado de mitos que pueden influir en nuestras percepciones y experiencias. Hablamos también sobre la lubricación femenina, un tema que debe interesarnos a todas ya que, independientemente de la edad, es fundamental para el bienestar sexual y que, con frecuencia, se aborda con desinformación y tabúes.
¡Sigue leyendo este artículo y aprende sobre la lubricación femenina!
¿Qué es la lubricación femenina?
La lubricación femenina va más allá de una vida sexual placentera, pues también influye en la salud ginecológica. Se trata de un fenómeno natural del cuerpo al alcanzar la excitación durante las relaciones sexuales, pues el aumento del flujo sanguíneo genera la secreción de un fluido que facilita la penetración evitando la fricción y el roce, y por ende, se experimenta menos dolor.
Sin embargo, la lubricación femenina también nos acompaña a lo largo del ciclo, y no solo durante las relaciones sexuales que es donde más podemos sentirla. Las fluctuaciones hormonales hacen que siempre esté presente en la vagina, hidratando las paredes vaginales, manteniéndolas firmes, saludables y flexibles para que puedan estirarse con más facilidad cuando necesiten hacerlo, según el blog de Saugella.
No confundas lubricación con flujo vaginal
A menudo, la lubricación suele confundirse con el flujo vaginal pero se trata de dos secreciones totalmente diferentes. Mientras que la lubricación surge como respuesta sexual al momento de la excitación, principalmente, el flujo vaginal está en constante variación y tiene la función principal de combatir posibles infecciones vaginales.
El flujo vaginal, generalmente, suele ser blanco o transparente, cambia de texturas a lo largo del ciclo y es fácil de identificar en nuestros panties. Cuando se torna a un color más amarillento, verde o grisáceo, puede significar que estamos ante una infección y debes visitar al ginecólogo. Por el contrario, la lubricación femenina es más acuosa y nos da la sensación de humedad. ¡Es normal que algunas mujeres experimenten más lubricación que otras!
Excitación y lubricación vaginal
Pero, ¿qué ocurre primero?, ¿la lubricación o la excitación? Es importante aclarar que la excitación es esa respuesta que surge ante la estimulación física o emocional, por ende, si esto no ocurre, difícilmente la mujer pueda sentirse lubricada y preparada para la relación sexual. Tanto la excitación como la lubricación trabajan en conjunto para garantizar un encuentro satisfactorio, pues gracias a estos componentes se reduce la fricción y hay más placer.
Sin embargo, esto no significa que la excitación siempre te vaya a garantizar lubricación. Puede haber casos en los que, como mujeres, por factores hormonales, uso de medicamentos, estrés acumulado u otras razones, no logremos lubricar lo suficiente. ¡Ya hablaremos más de esto!
No obstante, la lubricación femenina debe interesarte si deseas que tus experiencias sexuales sean óptimas, cómodas y placenteras. Además, generar un diálogo abierto sobre este tema, es fundamental para cuidar nuestro deseo sexual y con él, nuestra calidad de vida.
Resequedad vaginal después de los 50
Los 50 son una edad maravillosa, por supuesto, en la que cada mujer se enfrenta a retos y transformaciones completamente diferentes. Todas las experiencias son únicas, pero estar informadas sobre lo que puede pasar en esta etapa de la vida nos abre un mundo de posibilidades para adaptarnos mejor a ella.
Por ejemplo, la lubricación femenina después de los 50 puede no ser la misma que cuando tenías 25 años, ¡pero siempre hay excepciones! Esto se debe a que los niveles de estrógenos disminuyen al llegar la menopausia y pueden generar resequedad vaginal, una condición común en esta población. Sin embargo, esto no significa que no vayas a disfrutar plenamente de tu sexualidad, pues hay infinitas alternativas que pueden mejorar tu experiencia y el placer con tu pareja.
Problemas cuando hay poca lubricación vaginal
La lubricación femenina no solo sirve para aumentar la sensación de placer durante las relaciones sexuales, pues, como te comentamos anteriormente, esta también influye en nuestra salud sexual y reproductiva. La lubricación ayuda a mantener el pH equilibrado y a que toda la zona íntima permanezca hidratada, cuando esto no sucede, se pueden generar también algunos problemas en la microbiota, experimentando picor, ardor e irritación en la vagina.
Si tu deseo sexual al igual que la falta de lubricación comienzan a interferir en tu calidad de vida, es importante que visites al ginecólogo y le preguntes sobre tu líbido y cómo puedes mejorarla.
¿Qué cosas pueden afectar la lubricación femenina?
Aunque ya hemos hablado de algunos factores que pueden influir en la lubricación femenina, aquí te los enumeramos y explicamos mejor:
La menopausia: con la llegada de esta etapa, incluso desde la perimenopausia, es normal que los estrógenos disminuyan y generen algunos cambios en la estructura vaginal. Las paredes de la vagina perderán rigidez y elasticidad, y algunas glándulas que ayudan a secretar líquidos que humedecen la vagina se contraen, por ende, es normal que la lubricación no sea la misma.
El ciclo menstrual: en la etapa fértil, también es común no estar siempre suficientemente lubricadas. Por ejemplo, cuando ocurre la ovulación y los estrógenos comienzan a bajar, nuestro deseo sexual también puede cambiar.
Las emociones: la tristeza, el cansancio, las preocupaciones o el estrés debido a factores externos puede interferir no sólo en la falta de lubricación, sino también en la vida sexual a nivel general.
Anticonceptivos hormonales: existen algunos métodos anticonceptivos de tipo hormonal que, al tener bajos niveles de estrógenos, pueden influir en la falta de líbido. Además, algunos estudios indican que las pastillas anticonceptivas afectan la producción de testosterona, la cual también es importante para que la vagina esté lubricada.
Otras condiciones relacionadas con los hábitos alimenticios, la falta de actividad física o el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o tabaco, también pueden promover la sequedad vaginal.
Considera el uso de lubricantes en ciertas ocasiones
El uso de lubricantes vaginales, a base de agua, pueden resultar ser una de las mejores alternativas no solo para las mujeres después de la menopausia, sino para todas aquellas que experimentan una baja lubricación natural. Estos ayudarán a reducir el dolor durante las relaciones sexuales y, junto con cambios en el estilo de vida y buenos hábitos de higiene, ¡te devolverán el placer en tu sexualidad!
La mayoría de especialistas no recomiendan el uso de lubricantes caseros como vaselina u otros aceites ya que podría alterar tu flora vaginal y causar irritación en la zona íntima.
Desde TENA estamos comprometidos con tu salud sexual porque sabemos que, en cualquier etapa de la vida, ¡es posible vivirla plenamente! Si tienes dudas, preguntas o te gustaría recomendarnos algún tema en especial para nuestro blog, no dudes en dejarnos tu comentario.
Dirigido a:
MUJERES
Comentarios