Dicen por ahí, y de manera muy sabia, que el cuerpo percibe las cosas que nos suceden mucho antes que nuestro cerebro. De hecho, si intentamos dejar de escuchar el exterior para enfocarnos en lo que nos dice nuestro interior, es fácil saber que ciertos dolores físicos pueden ser el resultado de emociones que no hemos gestionado. O acaso no estaría bien pensar que un dolor de garganta, en algunas ocasiones, ¿puede ser algo que estamos callando? O quizá el dolor de cabeza que nos persigue cada tarde, ¿viene como consecuencia del estrés laboral? ¡Quédate aquí! Y descubramos cómo afectan las emociones al cuerpo.
Fisiología de las emociones
Cuando nos referimos a los componentes fisiológicos de las emociones, hacemos referencia a todo lo que sucede en nuestro Sistema Nervioso Central (SNC) y se relaciona con nuestros procesos cognitivos. Aquí podemos ver cómo la corteza central se activa cuando reaccionamos frente a una emoción, el hipotálamo responde al temor, la ira y estimula nuestra parte sexual, y la formación reticular, se encarga de filtrar la información que percibimos.
Mapa corporal de las emociones
Aunque la explicación física de todo lo que sucede en nuestro cuerpo cuando las emociones están presentes, unas más fuertes que otras, nos parece fascinante, existe también una manera visual de entender cómo afectan las emociones al cuerpo. Esta es nombrada como el mapa corporal de las emociones, en el cual podemos ver qué parte de nuestro cuerpo suele activarse en mayor medida cuando experimentamos una emoción puntual.
Estos mapas corporales suelen ser utilizados en terapia y nos permiten conocernos a profundidad y tener una mirada mucho más objetiva de nuestras reacciones cuando vivimos una situación que trae consigo una fuerte emoción. Además, aunque todos somos individuos diferentes, nuestras respuestas sensoriales y cognitivas tienen puntos de encuentro. Por ejemplo, la ira la podemos ubicar en nuestra cabeza o parte superior del cuerpo. El miedo está en la zona central del torso, abarcando pecho y estómago, mientras que la felicidad puede recorrer todo nuestro cuerpo.
¿Cuándo debo consultar con un profesional?
Preguntarnos cómo afectan las emociones al cuerpo no es propiamente sinónimo de estar padeciendo algún tipo de trastorno o enfermedad. Sin embargo, asistir a terapia es tan vital e importante como realizar los respectivos controles médicos con frecuencia, pues nuestro cerebro y salud mental requieren de la misma atención.
Nuestro consejo, que puede ir un poco en contravía de lo que normalmente vemos, es que no esperes a tener un momento de quiebre para asistir. Un profesional en esta área te ayudará a conocerte a ti mismo y a entender tu pasado para tener las mejores herramientas para afrontar tu presente y futuro.
Tips de cuidado de la salud desde las emociones
Cuidar de tus emociones puede ser un proceso, como todo en la vida, que trae consigo altos y bajos, pues involucra un profundo reconocimiento de ti mismo que puede causar una incomodidad, a veces molesta pero siempre necesaria. Aquí, sirve mucho tener espacios que te permitan conectarte con tu paz y calma interior para esclarecer la mente. Practicar yoga, meditar y realizar actividad física o cualquier otro tipo de movimientos enfocados en tu bienestar, te ayudarán a enfocar tu energía en crecer y fortalecer tu parte emocional.
Ahora que ya sabes que todo en tu cuerpo se relaciona con tu cerebro, tus emociones y tu propósito de vida, ¿necesitas otra señal para explorar tu interior? ¡Nunca es tarde para empezar terapia! Para descubrir el poder que te habita y lo muy transformador que se siente el poder abrazar tus emociones y reconocerlas como las mejores maestras que tendrás en la vida.
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