En TENA nos gusta la jardinería porque nos recuerda a la vida misma; un constante esfuerzo por cultivar, cuidar y, al final, ver los frutos de nuestra dedicación. Por ello, aprende a plantar tu propio jardín, para que sigas comprobando por ti mismo que lo que se trabaja se disfruta, hace bien para el corazón y florece de una manera única y especial.
Un jardín propio: amor y dedicación
Dicen por ahí que los pequeños detalles, aunque suelen pasar desapercibidos, son los que van cargados de magia. Justo esto sucede cuando decidimos compartir el lugar que habitamos con una parte de la naturaleza. Los jardines y las plantas que vemos relucir en los hogares de nuestros seres queridos no solo son decoración, sino también una muestra clara de la constancia y amor que tienen en su vida. Si esto te llama la atención, llegó el momento de dejar de ser espectador y pasar a ser el dueño de un jardín lleno de vida y cariño. ¡Aprendamos cómo!
¿Por qué sembrar y cultivar un jardín?
Tener un jardín en casa, más allá de regalarte los mejores piropos por parte de quienes te visiten, también ayudará a darte una motivación extra en tu día a día y a mantener tu cuerpo y mente activos en pro de cultivar, con tus propias manos, un jardín lleno de amor.
Paso a paso: aprende a plantar tu propio jardín
Antes de iniciar con nuestro paso a paso te advertimos que una vez tengas el placer de ver los primeros frutos, ¡no habrá marcha atrás! Te sentirás tan motivado que vas a querer tener toda una parcelación en cada. Sin embargo, empecemos por lo fundamental.
Elige el espacio adecuado
Si tu hogar cuenta un espacio abierto, este podrá ser tu lienzo perfecto para dejar volar tu creatividad y soñar con varias especies de plantas. Si, por el contrario, tienes un espacio reducido, podrás optar por materas de diferentes tamaños que se adapten a un lugar específico.
“Sol, solecito”
Debes tener presente que el espacio seleccionado para plantar tu jardín tenga una buena iluminación con los rayos, directos o indirectos del sol, pues, aunque la necesidad de la luz solar cambia según cada tipo de planta, todas necesitan de ella para poder realizar su proceso natural de fotosíntesis.
Asesórate de un profesional
¡Es maravilloso que confíes en tus dotes de jardinería! Pero si se trata de tus primeros intentos, para evitar llevarte una decepción a futuro, te recomendamos hablar con un profesional en el tema, bien sea un familiar que tenga un cultivo digno de admirar o un asesor de un vivero. Ellos te ayudarán a reconocer tu hogar y te recomendarán, desde la experiencia, el tipo de plantas que más te favorecen y las cuales podrás ver crecer sin ningún problema.
¡Compra los materiales adecuados!
En este caso, el orden de los factores sí altera el producto, pues no podemos pretender tener un jardín hermoso sin los elementos necesarios para hacerlo realidad. Aquí te mencionamos algunos materiales indispensables para que los tengas muy presentes al momento de hacer las compras:
Una pala para excavar y remover la tierra con mayor facilidad.
En caso de tener un terreno grande en donde ubiques tu jardín, los rastrillos son de gran ayuda, pues funcionan como tus manos, pero a gran escala para remover las hojas o cortar el césped.
Las tijeras para cortar y podar son indispensables para mantener tus plantas bonitas, libres de las hojas que ya no pertenecen a ellas.
Las carretillas o carritos de plástico, aunque los dejamos como recomendado para los niveles más avanzados de jardinería, nos ayudan a transportar con mayor facilidad materiales o plantas grandes.
Elije un estilo que más te represente
¿Alguna vez has escuchado que los perros se parecen a sus dueños? Bueno, esto no solo aplica para las mascotas sino para todo lo que decidimos crear en nuestra vida y nuestros jardines no son la excepción. En este mundo encontramos varios estilos que pueden hacer clic con tu personalidad. Sin embargo, también puedes mezclar varios estilos, dejándote guiar por tu sensibilidad.
Estilos modernos
Son jardines pensados para espacios pequeños como apartamentos o casas con pocos espacios abiertos. Son prácticos de mantener, priorizan figuras geométricas y son los favoritos para la decoración de interiores.
Estilos rústicos
A simple vista suelen ser más descomplicados, naturales y desordenados, pero estas características son completamente intencionales y responden a una gran dedicación al momento de cuidarlos. Su intención es verse con un tinte mucho más asilvestrado.
Estilos paisajistas
Solo se consiguen en espacios abiertos, cuando nuestro jardín tiene un terreno abonado y cuenta con varias especies de plantas. Exigen un esfuerzo diario, pero traen consigo hermosos resultados.
Consejos finales
Conservar un jardín o un espacio natural en el lugar que habitamos logrará de manera inconsciente que nuestro hogar sea mucho más tranquilo, fresco y agradable. Cultivar una planta o varias de ellas, desde el amor y la intencionalidad, puede convertirse en un hobbit que podemos desarrollar desde la experiencia, el conocimiento y la habilidad para recordar que nunca es tarde para aprender algo nuevo.
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